SIMBOLOGÍA DEL ACEITE

El aceite de oliva comparte con el olivo los atributos simbólicos, mágicos, míticos y sagrados.

En la medida en que el hombre perfeccionó las técnicas de cultivo y la elaboración del aceite de oliva examinó sus valores y lo convirtió en símbolo de virtudes y cualidades supremas.

Virtud” significaba en la antigüedad fuerza, poder, eficacia de una cosa.

Simbología del aceite, aceite de oliva

El aceite tiene unas propiedades reales; Nutre, suaviza, impregna, permanece, conserva, aromatiza y es portador de aromas, impermeabiliza, brilla, es portador de luz y calor. Calma y pacifica, lubrifica, depura y limpia.

A partir de estas propiedades se  hizo símbolo de sabiduría, luz, inteligencia, paz, bienestar, suavidad y luz interior. 

Estas asociaciones se fueron generando a lo largo de la vida cotidiana en esos pueblos mediterráneos. Cultivaban con arados curados con aceite y trabajaban con cueros suavizados con él. Hilaban con fibras aceitadas para impermeabilizarlas. Untaban sus cuerpos con aceite para protegerse. Y  empleaban el aceite en sus lámparas rústicas o suntuosas para iluminar sus casas o sus templos.

También es muy primitivo para el aceite el símbolo de eternidad. Por ser el aceite que menos se enrancia y el que sirve para conservar otros alimentos.

Entre la población cretense, desde el Neolítico, las prácticas funerarias se destinaban a procurar a los muertos la supervivencia feliz en el más allá. Se depositaban en las tumbas alimentos, aceite, ungüentos y aceites para su cuidado físico, e incluso adornos para engalanarse, trajes y utensilios de trabajo.

Como los muertos y las simientes se encuentran hundidos bajo tierra, los ritos, los mitos y los símbolos asociaban las divinidades funerarias con las divinidades de la agricultura.

El poder subterráneo era el protector común de los muertos y de las cosechas. Por eso recibía a flor de suelo las ofrendas de sus adoradores.

Entre los pueblos mediterráneos de África del Norte, el aceite era símbolo de fertilidad.

Las mujeres vertían aceite en los altares de piedra próximos a los sembrados, cuando iban a arar los campos para propiciar las buenas cosechas por parte de los dioses. La tierra representaba el cuerpo de la mujer, fecundado por el aceite, fuerza untuosa y fertilizante. El hombre impregnaba con aceite los arados e instrumentos, antes de penetrar la tierra. Esta reverencia sagrada, dirigida a lo invisible, símbolo de la unión de los dos sexos.

También significaba la dulzura de esta unión.

Es en los ritos de unción en donde el simbolismo es más profundo.

Los reyes de Israel eran ungidos y el aceite les confería autoridad, poder y gloria por parte de Dios. En el libro de Samuel e Isaías se considera el aceite de la unción como símbolo del espíritu de Dios.

El rey por excelencia era el Mesías, el ungido, transcripción de la palabra hebrea que en griego era el Cristo.

Jesús era el rey esperado pero, al no haber recibido la unción material del aceite, le fue otorgada plenamente a través del Espíritu Santo que lo simbolizaba.

Como el cristianismo primitivo establecía una relación inmediata entre el don del Espíritu y el Bautismo, enseguida se instauro el rito bautismal de unción del aceite.

Omega, en el final de la vida en los ritos mortuorios. Sacramentos de regeneración y símbolo de iniciación y de consumación de los combates sagrados, después de haber librado el último.

No sólo la Iglesia católica hace uso del aceite de oliva en sus ceremonias y ritos.

En la masonería lo emplean en la consagración y dedicatoria de las Logias, en el banquete de los hermanos y en ciertas iniciaciones.