HISTORIA DEL ACEITE DE OLIVA

El olivo y sus frutos han estado presentes en la historia de los hombres y han ocupado un lugar relevante en las antiguas civilizaciones. El aceite de oliva es, el aceite alimenticio más antiguo después del aceite de sésamo.

HISTORIA DEL ACEITE DE OLIVA

En la antigüedad, el aceite de oliva se usaba como alimento, en medicina y en ceremonias religiosas. También fue utilizado en diversas técnicas de masaje y en cosmética.

Es difícil determinar dónde apareció el olivo pero se cree que apareció en orillas del Mediterráneo, entre Siria y Grecia.

Su cultivo se inició en estas costas hace más de 6.000  años y se usó de manera inmediata, el aceite de oliva era utilizado con diversos objetivos; como alimento, como ungüento, como alimentación de lámparas, ect. El mismo arte de la medicina se basa, principalmente, en el empleo de ungüentos a aplicar sobre el cuerpo o brebajes para tomar. Es interesante saber que, en Babilonia, al médico se le conocía como “asu“, es decir, “conocedor de los aceites“.
Historia del aceite de oliva

Aceite es una palabra que originariamente designaba sólo al aceite de oliva. Procedía de la unión de un mote árabe y uno arameo que significaba literalmente “el jugo de la oliva”. Óleo es sinónimo de aceite pero sólo se usa en los sacramentos cristianos.

El cultivo del olivo estaba potenciado en Grecia y era considerado muy importante.

Griegos y fenicios llevaron el olivo y el aceite de oliva por todo el Mediterráneo.

En Atenas era símbolo de la ciudad y árbol sagrado.

Los fenicios fueron quienes trajeron las técnicas de cultivo a España allá por el 1050 a.C. Pero fueron los romanos quienes plantaron la península de olivos. El emperador Adriano llegó a acuñar monedas con un ramo de oliva y una inscripción que rezaba “Hispania”.

Los romanos mejoraron las técnicas de cultivo y de elaboración de aceite de oliva, siendo Roma una gran ciudad importadora de aceite.

Más tarde los árabes incrementaron su cultivo hasta que la caída de su imperio redujo el consumo en África.

En la Edad Media sólo un interés movía el mundo, la guerra. Así el aceite de oliva quedó relegado a las clases altas como artículo de lujo.

Con la llegada de Colón a América en 1492, Andalucía y Extremadura contribuyeron a que el olivo llegara allende de los mares. Principalmente en Perú, Chile, Argentina y México. En la actualidad también pueden encontrarse en California, Chile y otros lugares de Sudamérica.

A pesar de que hoy en día se puede encontrar en todo el mundo, en la cuenca Mediterránea es dónde se centra la mayor parte de producción. 

España es el país con mayor número de olivos.